El costo de los alimentos sigue subiendo, el dólar continúa caro (por encima de los S/4.00) y la confianza en el gobierno se deteriora a paso de polca, lo que genera inflación. Ciertamente hay variables internacionales que afectan la economía, el tipo de cambio y la inflación a nivel regional, pero en Perú la inestabilidad principal la trae el gobierno.
En ese contexto, el presidente Pedro Castillo anunció que esta semana habrá “sorpresas” con los precios de productos de primera necesidad y del gas, pero su mensaje solo trajo más incertidumbre y preocupación.
Según dijo el mandatario, se buscaría que los precios de algunos productos de la canasta básica familiar bajen a “la brevedad posible”. Pero la pregunta es cómo se logrará si el gobierno insiste en dar las señales equivocadas. Así, es inevitable preguntarse si se refiere a un control de precios, pese a que el ministro de Economía, Pedro Francke, lo descartó, pero no sería la primera vez que queda descolocado.
El problema es que Castillo parece no entender las razones por las que hay inflación en el país (al séptimo mes del año está en 3.18%), cuando dice que “no vamos a permitir que por situaciones políticas los monopolios hagan lo que quieren”.
Hay dos factores que explican el alza de precios. Uno externo, por la recuperación de la demanda internacional después de que el año pasado se contrajera por la pandemia. Esto genera que los precios de muchos insumos y alimentos que Perú importa (maíz, trigo, soya y petróleo) se encarezcan. Pero este factor no es el más importante. El otro es el factor interno, que tiene que ver con la coyuntura política incierta, lo cual presiona al alza el precio del dólar.
Un control de precios provocaría un desastre económico y no serviría para controlar la inflación. En Perú se aplicó en los 80 y los resultados fueron devastadores: escasez, desabastecimiento, corrupción e hiperinflación. Pero para no ‘viajar’ tantos años atrás y no volver a contar lo que pasa en Venezuela, veamos otro ejemplo actual: Argentina, donde el gobierno aplica una política de “precios vigilados”. Argentina tuvo en 2020 una inflación de 36.1%, mientras que la de Perú fue de 1.97% (ver gráfico).
Otro dato: en un solo mes, los precios aumentaron en Argentina más que toda la inflación anual en Perú. “Es simple: el control de precios impone tarifas por debajo de los costos de las empresas, por lo que estas dejan de producir y los productos desaparecen de los mercados y supermercados”, explica Manuel Muñoz, economista de la Asociación de Contribuyentes.
Además, los topes a los precios ahuyentan la iniciativa privada y, por tanto, afectan el empleo, que no se crea por decreto sino cuando una empresa invierte y contrata. “Hoy Argentina tiene la menor tasa de inversión en su historia. No solo hay desabastecimiento, productos de menor calidad sino menores tasas de inversión y salida de empresas del país y eso le pasará la factura”, agrega Muñoz.
Entonces, lo primero que debe hacer el gobierno de Castillo es generar confianza para que el tipo de cambio baje y empezar a dar señales claras para los empresarios, más libertad, menos trabas, menos intervención.
Precio del gas y el fondo de estabilización
El Ejecutivo maneja la propuesta de que el gas licuado de petróleo (GLP) pueda regresar al Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), con el objetivo de que -con el aporte de este fondo- baje el precio del balón del gas doméstico, que está por encima de los S/ 50 en promedio. La iniciativa ya fue aprobada por el Ministerio de Energía y Minas (Minem) y ahora la decisión final está en manos del MEF.
El titular del Minem, Iván Merino, afirmó que su sector espera que el precio del balón de gas baje entre S/ 10 y S/ 11 hasta los S/ 39, aunque sostuvo que esta reducción depende del sector privado, porque existe un “acuerdo de palabra” para que la disminución sea inmediata.
El punto está en que el sector privado no necesariamente puede reducir precios inmediatamente por la sencilla razón de que el gas que hoy distribuye es un gas que compró a un precio también más alto. Tirarle la pelota al privado, siempre es lo más fácil para el político que quiere “quitar cuerpo”.
Las Bambas pagará más de S/ 3 mil millones en impuestos
El ministro de Energía y Minas, Iván Merino, anunció que la empresa MMG Las Bambas realizará el pago de alrededor de S/ 3,090 millones por Impuesto General a las Ventas (IGV) e Impuesto a la Renta (IR).
El funcionario dijo que sostuvo reuniones con los representantes de la compañía, y aseguró que ellos están de acuerdo en modificar algunos detalles de la operación para darle una “cara social”.
Se estima que las empresas mineras pagarán este año una cifra récord de S/ 12,000 millones en impuestos y regalías, que equivale a más del 200% respecto al 2020. ¿Qué hará este gobierno con tanto dinero? He ahí la cuestión.