El populismo en el Congreso no da tregua al país, que se enfrenta a una situación cada vez más incierta, lo que pone en riesgo la recuperación de la economía que ya de por sí será lenta y larga. La pandemia, las dudas sobre los tiempos y plazos para la vacunación y las elecciones del próximo año, solo agravan el panorama. De hecho, un reciente informe del INEI advierte que más de 10 millones de peruanos pueden caer en la pobreza monetaria (es decir, no podrán cubrir sus necesidades básicas como la alimentación, vivienda, vestido, educación, salud, transporte).
Lo que se ha visto solo en estos últimos días solo ratifica que el actual poder legislativo es más peligroso que el disuelto en septiembre de 2019 para un país con problemas de fondo graves (informalidad, baja inclusión financiera y precariedad del sistema de salud). Por ello, ahora más que nunca, debemos empezar a elegir mejor y a votar de forma informada.
Solo viernes último el peno del Congreso aprobó dos medidas peligrosas.
La primera legaliza el servicio de taxi colectivo en carretera. Se aprobó por insistencia con 81 votos a favor, 7 en contra y 10 abstenciones, ¿Qué implica? Que los vehículos de categoría M1 (sedán o station wagon), que son considerados altamente inseguros por el Ministerio de Transportes, podrán recoger pasajeros en las vías nacionales sin paraderos definidos y sin cumplir protocolos de desinfección, lo que además los convierte en focos de contagio de COVID-19.

El cuadro de arriba muestra la votación de las bancadas en el pleno ante este despropósito que atenta contra los esfuerzos realizados los últimos años por contar con un transporte seguro y moderno.
El que defendió esta medida en la sesión plenaria fue el congresista Luis Carlos Simeón Hurtado (Acción Popular), presidente de la Comisión de Transportes. El mismo que quiso alargar el caos e inseguridad de las combis en Lima y Callao por 10 años. Pero no es el único. Sus colegas Guillermo Aliaga (Somos Perú) y Enrique Fernández Chacón (Frente Amplio) figuran entre los principales promotores de la medida.
La eliminación del régimen CAS
Esta es la otra iniciativa populista que pone en riesgo la sostenibilidad y la recuperación del país. La medida, que se aprobó con 113 votos a favor, permitiría que más de 300.000 personas ingresen a trabajar al Estado sin concurso público, lo que afecta los principios de mérito e igualdad que la Constitución consagra. Además, el costo de la planilla estatal pasaría de S/ 9,000 millones a S/ 11,250 millones anuales, sin planificación, y en plena pandemia y crisis económica, alertó la Autoridad Nacional del Servicio Civil (Servir).

Esta iniciativa además viola el artículo 79 de la Constitución, que señala que el Congreso no tiene iniciativa para crear ni aumentar gastos públicos, salvo en lo que se refiere a su presupuesto.
Aunque el CAS tiene deficiencias y permitió ciertos abusos, como contratos que se renuevan cada mes y que se extienden años, este no era el momento para que se elimine de un plumazo (siempre se pueden corregir los defectos de una norma), más aún cuando está en marcha la reforma del servicio civil, que es una política de Estado que busca darle un sentido de orden, racionalidad y resultados a la gestión de los recursos humanos en el sector público, donde la burocracia, ineficiencia y corrupción son sus mayores problemas de fondo. Pero la aventura populista del Congreso no empezó ni acaba con estas medidas.
- La semana pasada aprobó seis iniciativas legislativas peligrosas para el país. Una fue la “devolución” de aportes de la ONP.
- Solo en diciembre ya aprobaron 18 proyectos populistas y controvertidos.
- Hay cinco iniciativas populistas más que están en agenda del pleno, como la fijación de topes a las tasas de interés, cuyos riesgos también los hemos explicado aquí.
El riesgo no solo está en complicar la recuperación económica del país, que podría implicar hasta una década de bajo crecimiento, sino además pone en peligro la calificación crediticia del país, de la que ya hemos hablado y explicado aquí, cuyos efectos los pagaremos todos.
¿Qué podemos hacer? Tomar nota de partidos, bancadas y congresistas, y sancionarlos en las urnas el 11 de abril próximo, elecciones en las que se pone en juego del futuro del país. Elegir mejor está en nuestras manos. Que no te floreen.