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Cuando el relato falaz se apodera de las redes sociales

Publicado: 16/07/2021
3 minutos

La manipulación de la información es más sofisticada en estos tiempos digitales de ‘líderes de opinión’ o ‘influencers’ que se autoproclaman abanderados de la “verdad", pero que lamentablemente solo contribuyen a polarizar y dividir. Acá te lo explicamos a partir un ejemplo puntual.

Es cierto. En las redes sociales lo que abundan son las noticias falsas, la información distorsionada o sesgada, los relatos falaces, las “verdades absolutas”. Por lo general, lo que ‘funciona’ en términos de interacción -o lo que se vuelve popular o “tendencia”- es lo que polariza, divide, ofende, etc. En ese pequeño lodazal de confusión y egos se mueven -y pelean- perro, pericote y gato. Pocos son lo que tratan de aportar a un debate postivo.

Hace unos días, nos topamos con un tuit del usuario (@Intibonomo), que compartió unas imágenes con el siguiente texto: “La primera foto es en Brisbane, Australia van a convertir una cancha de golf de 45 hectáreas en un parque público de 65 hectáreas. La segunda foto es en Palermo dónde hay una cancha de golf para uso de unos pocos dónde podría haber un parque hermoso”.

Más de 300 ‘retuits’ y 1.400 ‘me gusta’. No sabemos si de forma involuntaria o no, el usuario @Intibonomo omitió un pequeño detalle que hubiera evitado la distorsión que vino después. Lo que no dijo es que ese campo de golf en el centro de la ciudad de Brisbane es público, o sea, de propiedad del Estado. Tampoco precisó que se trata de una información de junio del 2019 (hace más de dos años), como lo reportó en ese entonces el Brisbine Times, el diario local de esta ciudad, que recoge declaraciones del alcalde Adrian Schrinner.

«Cerca de 26 hectáreas de este terreno municipal se utilizan actualmente como campo de golf público de pago y juego, que en los últimos años ha experimentado una disminución en el patrocinio y una reducción en los ingresos», dijo Schrinner. Una decisión acertada en todo sentido.

Pero el relato en Twitter de este hecho fue incompleto y se distorsionó rápidamente. Como una bola de nieve que crece sin que nadie la detenga. En medio de la polarización del proceso electoral peruano, otros usuarios empezaron a hablar de “expropiaciones”, que nada tiene que ver con el tema en cuestión. Expropiar -palabra que se puso de moda en estas elecciones en Perú- es otra cosa: es cuando el Estado le quita a un privado algo que es de su propiedad y por lo general lo indemniza.

Este es solo un ejemplo -porque hay casos peores- de cómo una narrativa falaz se apodera de un discurso, que lamentablemente alimentan ciertos ‘líderes de opinión’ o ‘influencers’ que se autoproclaman los abanderados de la “verdad», con comentarios que dividen y polarizan más; que solo buscan confrontar a «buenos» y «malos»; a «ricos» y «pobres»; a «poderosos» y «débiles», etc.

La manipulación de la información es más sofisticada en estos tiempos de redes y posverdades, y todo pasa tan rápido que la mayoría de personas no se da el tiempo para contrastarla, aunque en este caso algunos usuarios sí lo hicieron. Felizmente.

La idea de que el Lima Golf Club de San Isidro, que tiene 48 hectáreas, se convierta en un parque público no es nueva, pero no se le puede equiparar con el caso del parque de Brisbane, porque el predio en Lima es propiedad privada. Primero tendría que haber consentimiento de los dueños y si están dispuestos a vender, una negociación. Hasta donde se sabe, no existen esas condiciones ahora. Las autoridades deben buscar alternativas viables para que las ciudades tengan espacios públicos adecuados para el deporte y la recreación de sus habitantes.