No me florees, Principal

¿Cuáles son las lecciones de la última crisis política?

Publicado: 23/11/2020
3 minutos

Luego de haber pasado más de una semana de las manifestaciones públicas más grande de los últimos 20 años y con la serenidad a cuestas y el dolor por la pérdida de dos compatriotas, nos toca reflexionar sobre lo que nos dejó la última crisis política. Yo resaltaré algunos puntos.

1.- Los jóvenes no nos sentimos representados por la actual clase política; qué duda cabe. Las calles se abarrotaron de jóvenes mostrando su rechazo no solo a Merino, sino a toda una clase política. Los proyectos políticos tanto de izquierda como de derecha no logran representar a nuestra generación del bicentenario. Este hecho solo demuestra la necesidad real de un reformar de partidos políticos que logren recoger nuestras ideas. Las cuotas de jóvenes y mujeres no sirven de nada si nuestra voz y voto no cuenta dentro de los partidos, y sin partidos no hay democracia representativa.

2.- La violencia tienen que estar excluida del debate político en la democracia. Una de las características principales de las marchas fue resaltar su condición de pacífica. Los grupos violentos tienen que ser señalados y alejados. La violencia solo genera más violencia y polarización.

3.- La participación en la democracia no se limita a votar y marchar. Si creemos realmente en los valores democráticos, la necesidad de informarnos antes de emitir nuestro voto es fundamental, tanto como el respetar las posiciones diferentes a la nuestra. El diálogo se da cuando hay dos personas que no piensan igual y la violencia se origina cuando uno quiere imponer sus ideas sobre las de los demás.

4.- Los consensos se dan en mayorías abiertas al diálogo. La elección del presidente Francisco Sagasti demuestra el pedido de la mayoría de peruanos por grandes consensos que no excluyan a nadie, para esto muchas veces es necesario ceder nuestras posiciones. Por eso no sorprende que se haya preferido a Francisco Sagasti sobre Rocío Silva Santiesteban.

5.- La necesidad de instituciones responsables. Esta crisis fue producida por el enfrentamiento entre el Ejecutivo y Congreso por casi 5 años, sumado a errores graves de algunos de los miembros de la policía y a un Tribunal Constitucional que no respondió a la altura de las circunstancias. La suma de todas estas irresponsabilidades son el caldo de cultivo para posiciones extremistas que solo buscan beneficios políticos con el fin de imponer sus ideologías. Por ejemplo, hay mucho de esto en los pedidos de una nueva constitución.

Hay esperanza en un mejor futuro luego de esta crisis. No dejemos que nos la roben. Reflexionemos y no nos cerremos al diálogo responsable. Seamos realmente la generación del bicentenario. Piensa pe.

Abogado por la Universidad Andina del Cusco. Maestrando en Filosofía Política y Ética en la Universidad Adolfo Ibáñez de Chile. Miembro fundador del Instituto Sociedad Abierta. Cine, series y libros.
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