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Cuando tu «socio» quiere cambiarte las reglas de juego

Publicado: 28/04/2021
5 minutos

Perú es uno de los países mineros con mayor carga tributaria, por encima de Canadá y Australia. En medio de una recesión provocada por la pandemia, es clave generar los incentivos adecuados para la inversión. Acá te lo explicamos.

Todos tenemos al gran “socio” pegado a nuestro lado. Sí, es el socio del que no puedes prescindir. Es peor que el tóxico que no te deja en paz y te llama y llama y sigue llamando a todas horas. Es un socio bien especial, no te ayuda en nada con el negocio o en tu chamba, hasta te pone trabas si deseas emprender y ni qué decir de ayudarte con tu educación, salud ni mucho menos con tu seguridad. Pero se aparece todos los meses después de que cobraste tu sueldo o cerraste la contabilidad de tu empresa para cobrarte impuestos. Sí… ¿no te has dado cuenta? Ese socio es el Estado.

A ver choche, te hago una pregunta… dada la relación que tenemos con nuestro socio, el Estado, ¿te gustaría darle entre el 70% a 80% de lo que ganas como sueldo o de las utilidades que generas en tu negocio? No lo creo. Con esas tasas, mata los incentivos a generar empresa y a trabajar. Por tanto, la riqueza desaparecería en unos cuantos años.

Dado esto, te cuento que el el Plan de Gobierno de Perú Libre propone cambiar la proporción de ganancias que las empresas transnacionales tributan a favor al Estado. Es decir, que la tasa que se aplica por Impuesto a la Renta (IR), hoy de 29.5%, suba al 70% u 80% (lo siguen evaluando, dicen) y que la empresa solo se quede con el 30% o 20% restante.

Solo se aplicaría a compañías extranjeras que invierten en actividades extractivas, como el sector minero, gasífero o de hidrocarburos. Según Perú Libre, esto permitiría evitar que el 70%, u 80%, de ganancias se vayan del país; y así fortalecer el mercado interno. Pero eso generaría varios problemas. El primero es que discriminar, en todo sentido, está mal. Y aquí el propio Estado aplicaría discriminación a un tipo de inversión (extranjera) y enfocado a un sector (extractivo – primario).

Luego, está el hecho que, según el INEI, el sector de minería e hidrocarburos tiene un peso en la economía del 14.4%. Es la tercera actividad más importante después de la manufactura y otros servicios. Entre el 2010 y el 2020, aportó, en promedio, el 14% del total de ingresos tributarios de la Sunat. En 2011 llegó a tener un peso del 24% de la recaudación, por los altos precios de los minerales en el exterior. Miren, gracias a la gráfica N°1, los montos recaudados año a año.

Sin considerar al 2020, por ser un año atípico debido a la pandemia, en una década, este sector aportó más de S/110 mil millones al erario nacional. Y ello se debe a que las empresas en este rubro no solo se les carga el Impuesto a la Renta (IR), sino también otros tributos: canon, regalías y en el caso del subsector minero, les enyucan el Impuesto Especial a la Minería (IEM) y el Gravamen Especial a la Minería (GEM).

Entre los países mineros a nivel mundial, el Perú es uno de los que tiene mayor carga tributaria, por encima de Canadá y Australia. De acuerdo a la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), el 47% de utilidades de una minera se destina al pago de impuestos. Esta carga fiscal está 12 puntos porcentuales por encima de Canadá y cuatro puntos por encima de otros países mineros como Australia y México. Dado esto, otro problema o duda que aparece es, ¿qué ha hecho el Estado con estos recursos? ¡S/110 mil millones en 10 años! Recibido de un solo sector económico (el minero e hidrocarburos). ¿Por qué el Estado, ese socio que no te lo puedes quitar de encima, no invirtió tan solo el 3% en una buena infraestructura de salud?

La propuesta de Perú Libre es clara. Su objetivo es aumentar impuestos para que la recaudación del Estado y, sobre todo de los Gobiernos Regionales (GORE), alcancen los S/4,000 millones. ¿Por qué? Porque están aguja; están ¡chiguán! Sostienen que los S/250 milloncitos que reciben ahora los gobiernos regionales, en promedio cada año, es muy poco para eliminar la pobreza, desnutrición, analfabetismo y reducir el déficit de infraestructura. ¡Ay pobrecitos!

Pero, cómo entender que, en los últimos 10 años, los Gobiernos Regionales (GORE) recibieron un total de S/30 mil millones y fueron incapaces de gastar el 15%, en promedio, cada año y ni qué decir de los Gobiernos Locales (GOLO); recibieron un total de S/32 mil millones, también en 10 años, pero terminaron devolviendo el 30% de esos recursos… No es un tema de más recursos. Se les ha entregado millones y no han creado bienestar debido a serios problemas en la formulación y ejecución de planes de inversión pública.

En plena pandemia, con recesión y cuando los recursos tributarios se han reducido junto con el empleo, y la informalidad se ha disparado, es clave generar los incentivos adecuados para que exista más inversión de todo tipo; desde el que invierte en un carrito sanguchero hasta el que construye una importante infraestructura para una mina. Sin embargo, la propuesta de Perú Libre logrará lo contrario. Las empresas no estarán dispuestas a arriesgar para pagar tasas de 70% u 80% en impuesto a la renta; además no somos el único país donde pueden invertir. Tenemos harta competencia. Y otros países ofrecerán un mejor ambiente a la inversión.

Economista enfocado en lo financiero y políticas públicas, doglover, la pandemia me regresó al mundo gamer. Una sociedad educada y con libertad económica es lo primordial para el desarrollo
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