El hoy candidato presidencial de Perú Libre, Pedro Castillo, quien disputará la segunda vuelta electoral con Keiko Fujimori este 6 de junio, no es un personaje nuevo en política y tampoco salió de la nada como algunos creen.
El profesor chotano -hoy de licencia- se estrenó en política el 2002, cuando se lanzó como candidato a la alcaldía del distrito cajamarquino de Anguía por el partido que lideraba Alejandro Toledo, Perú Posible. Tras perder la elección, permaneció sin trascendencia ni notoriedad en la chakana, hasta el 2017.
Pero fue ese año cuando ganó que protagonismo como al liderar una huelga magisterial durante el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski que duró 75 días y puso en jaque al Ministerio de Educación y al propio año escolar.
Precisamente, el mismo Sutep cuestionó su actuación en esa protesta, en la que incluso le hizo el juego al fujimorismo, que en ese entonces controlaba el Congreso, para tumbarse a la entonces ministra de Educación, Marilú Martens.

Castillo es dirigente del Conare (Comité Nacional de Reorientación), una facción del Sutep que nació en el 2009 y que hasta hoy busca ser reconocida como un nuevo sindicato de maestros. Pero no lo ha logrado porque defiende los lineamientos de la organización terrorista Sendero Luminoso.
El hoy candidato niega que tenga vínculos con el Movadef, pero la relación entre el Conare y el movimiento prosenderista está documentada. En sus inicios, esa facción era conducida por Robert Huaynalaya, y bajo su influencia fue creciendo en la sierra centro y sur del país, y en Cajamarca.
En el 2013, César Tito Rojas asume el mando del Conare. Tres años antes, este personaje fue parte de la cúpula del Movadef, según la Dirección contra el Terrorismo (Dircote) de la Policía. Tito Rojas formó parte del Comité Electoral que eligió a la directiva nacional del brazo político de Sendero Luminoso cuando Modavef quiso inscribirse como partido político ante el Jurado Nacional de Elecciones, en noviembre de 2010.
En el 2017, el año de la huelga que le dio notoriedad a Castillo, el hoy candidato presidencial fue elegido por el Conare como presidente del Comité de Lucha contra la Reforma Educativa y como sus dirigentes fueron nombrados Lucio Ccallo Ccllata, Zenón Pantoja y Edgar Tello. Este último no solo ha sido electo congresista por Perú Libre, sino que además es la mano derecha de Pedro Castillo.
En aquel entonces, el ministro del Interior, Carlos Basombrio, se presentó ante la Comisión de Educación del Congreso para informar sobre los nexos con el Movadef de Ccallo, Pantoja y Tello, que fueron los que respaldaron a Castillo. La Dircote había documentado esa relación. “A mí personalmente me parece un elemento muy poderoso que estos señores hayan escogido como su representante a Pedro Castillo”, dijo al respecto Basombrío.

Precisamente, Castillo buscó en esa huelga legitimar al Conare para que le arrebate a Patria Roja el control del Sutep, el único gremio magisterial reconocido por el Estado peruano. Entre el pliego de reclamos que exigía Castillo estaba la derogatoria de la Ley de Reforma Magisterial, el rechazo a la “privatización” de las escuelas públicas y la reposición de maestros despedidos, propuestas que hoy recoge el plan de gobierno de Perú Libre, plagado de propuestas inviables.
La dirigencia del Sutep acusó a Castillo de usar la huelga magisterial del 2017 como una plataforma política. “Lo que hace es demagogia, es mentira”, dijo en RPP el entonces secretario general del sindicato magisterial, Alfredo Velázquez. “Los maestros que se han mantenido en huelga lamentablemente fueron engañados por Pedro Castillo”, sostuvo por su lado Hamer Villena, integrante del Comité Ejecutivo Nacional del Sutep.
La entonces ministra Martens confirmó que Castillo le exigía que emita una resolución que certifique el trato directo con su facción o de lo contrario no iba a deponer las protestas, que además se tornaban más violentas. “Nunca quiso trabajar en su pliego de reclamos. Lo único que buscaba entonces era el reconocimiento oficial de Minedu”, comentó en El Comercio.

Así, la imagen que han querido construir de Castillo en esta campaña como dirigente gremial que luchó por los derechos de los docentes está muy lejos de la realidad. El candidato de Perú Libre tampoco ha podido aclarar sus vínculos con la agrupación que reivindica al genocida Abimael Guzmán. Su estrategia es victimizarse. “¿Dónde está el terrorismo acá? No hay terrorismo acá. Nos han estigmatizado”, dijo la semana pasada.
Pero lo cierto es que hay tres virtuales congresistas de Perú Libre a los que la Dircote vincula al Movadef: Nivardo Tello Montes (Lima), Germán Tacuri Valdivia (Ayacucho) y Paul Gutiérrez Ticona (Apurímac).
El otro caso es el de Guillermo Bermejo Rojas, quien también tendría una curul asegurada en el próximo Congreso. Fuentes de la Dircote precisaron que Bermejo fue “absuelto” por el delito de terrorismo, pero que la Corte Suprema anuló esa decisión y que se iniciará un nuevo proceso, que está a la espera de ser programado.