El día lunes 12 de octubre, se conoció de la destitución de Patricia Pimentel, que fue directora del Instituto de Evaluación de Tecnologías en Salud e Investigación (IETSI). Te preguntarás: “¿Y eso para qué sirve?” Bueno, es un órgano científico de EsSalud. Su misión es la de generar evidencia científica, económica y social para así tomar mejores decisiones sobre todo en lo referente al campo médico.
Cuando empezó la pandemia, generada por un nuevo bicho, casi nadie tenía información certera de qué medicinas eran las correctas para enfrentar los síntomas y salvar vidas. A inicios de abril, EsSalud emitió la circular N°029-IETSI-ESSALUD-2020 por la cual se establecía “esquemas terapéuticos específicos para el tratamiento del Covid-19”. Básicamente se permitía suministrar medicamentos a los pacientes infectados. Esos medicamentos eran la hidroxicloroquina, ivermectina y la azitromicina. Muchos países hicieron lo mismo, pero también comenzaron a hacer estudios.
Bueno pues, varios países publicaron los estudios entre junio y julio. Llegaron a la conclusión de que el uso de los medicamentos mencionados no eran los adecuados para tratar la Covid-19. En esos países se limitó su uso y/o se dejaron de usar totalmente. ¿Qué se hizo en Perú? Se continuó usando esas medicinas aun cuando el IETSI, por los estudios de otros países, recomendó parar su uso. Nadie le hizo caso. Ojo, siendo un órgano científico de la misma EsSalud. ¿Qué hizo el IETSI? Inició su propio estudio.
El estudio abarcó 5,683 pacientes. A 200 se les dio Hidroxicloroquina, a 203 Ivermectina, a 1,600 Azitromicina, a 692 se les dio un combo de Hidroxicloroquina y Azitromicina, a 358 otro cóctel de Ivermectina con Azitromicina. Al resto de 2,630 pacientes se les dio un placebo, que es una sustancia inerte. ¿Para qué? Porque así se tienen a dos grupos: a uno les das los medicamentos y a otro no para poder comparar resultados. Al que no le dan los medicamentos, muchas veces se le llama “grupo control”.
¿Qué resultados arrojó el estudio del IETSI? Quédate con solo estas conclusiones: El combo de Hidroxicloroquina más Azitromicina aumentaba el riesgo de fallecer en un 84%. También aumentaba el riesgo de ingresar a UCI en 49% y aumentaba la probabilidad de requerir oxígeno en 70%. De terror. ¿Estos resultados estarán relacionados con la gran cantidad de fallecidos en los que Perú ha llegado a ser en número uno en el mundo? ¿Ustedes qué creen?
Pero, lamentablemente, hay más. Según el Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE), las compras del Estado de hidroxicloroquina, ascendieron a más de S/22 millones. De ese monto, diez millones fue adquirido en junio, cuando ya se tenía una información amplia y relevante de que el medicamento no sirve para tratar la Covid-19, y que encima puede traer complicaciones. ¿A qué empresa se la compraron? AC Farma, un importante conglomerado farmacéutico. Pero lo peor es que a inicios de octubre se volvió hacer otra compra por más de S/4.5 millones, según La República. ¿Con tanta evidencia científica, no podían suspender la aplicación de esas dosis?
¿Así debe funcionar el Estado? Una persona ejecuta y expone su trabajo correctamente realizado, pero choca contra posibles intereses de un grupo de médicos que, tercamente, ha insistido en aplicar a enfermos medicamentos que desde junio ya se advertía que no eran los adecuados. Y esos mismos médicos o jefes, despiden al funcionario maltratándolo y afectando su reputación. ¿Qué intereses hay en EsSalud para continuar con estas compras? ¿Por qué la terquedad? ¿Quieren tapar amarres? ¿Es solo el populismo por comprar y repartir a lo loco? Los ciudadanos merecen una explicación, mas aún los que están graves o familiares de los que fallecieron.
Ayer perdió Perú… un robo el partido, las redes sociales estallaron, hasta información confidencial y familiar del árbitro se expuso. Se hicieron campañas y miles de firmas se recolectaron en menos de 10 horas. Ah, pero una persona profesional y técnica de una entidad estatal súper importante en el contexto que vivimos, avala una investigación seria donde demuestra que lo usado en los tratamientos ha sido perjudicial, y la destituyen por ser “poco profesional”; a la par, otros medios publican que se gastaron millones de soles en seguir adquiriendo ese mismo tratamiento y no nos causa ni sorpresa. ¿Estamos todos locos?
Un mal arbitraje no puede causarnos más rabia, cólera e intolerancia que actos de corrupción o injusticias contra personal probo y honesto que buena falta nos hace. Chochera, no permitas que esto sea vista como algo normal. No participes de la corrupción, si la vez, denúnciala. Piensa qué debería ser lo prioritario para canalizar tu indignación. Que no te floreen ni menos te distraigan con un partido de fútbol.