La carrera en el mundo de las vacunas candidatas contra la COVID-19 se acelera, pero mientras eso pasa, ¿qué está haciendo el Perú para asegurar la compra oportuna y las dosis necesarias para sus ciudadanos? ¿Tiene el Estado peruano la logística necesaria para asegurar una correcta distribución de las vacunas?
Hace unos días, Carlos Neuhaus, integrante del Comando Vacuna, informó que el Perú tiene aseguradas al menos 15 millones de dosis de las vacunas candidatas contra la COVID-19, de las cuales las primeras 50 mil llegarán en diciembre con su respectivo sistema de frío.
Y según el Ministerio de Salud (Minsa), las compras garantizadas de dosis hasta la fecha alcanzan para vacunar a unos 11 millones de peruanos, en un país de 30 millones de habitantes, en el que se supone que todos se van a querer vacunar.
Piensa.pe, revisó y analizó la información oficial que hay al respecto y cuántos recursos se han destinado hasta el momento para ello.
El compromiso de vacunas
En una primera etapa, Perú planea vacunar al 20 % de la población que lo necesita con urgencia: personal de salud, adultos mayores y las personas con enfermedades y dolencias de riesgo.
Para ello, el 17 septiembre, el gobierno firmó un acuerdo de pago con Pfizer para acceder a 9.9 millones de dosis de su vacuna que, según los resultados preliminares de sus ensayos clínicos, tiene un 95% de efectividad. Este acuerdo genera un compromiso de pago adelantado por US$ 19,8 millones, aproximadamente 714 millones de soles.
El 18 de septiembre, el Ejecutivo firmó el Acuerdo de Compromiso con la organización Alianza Mundial para las Vacunas (GAVI), en representación del Mecanismo de Acceso Mundial a las Vacunas contra la COVID-19, que se conoce como Covax Facility, que está encabezado por la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI); la Alianza para la Vacunas (GAVI) y la Organización Mundial de la Salud (OMS)
Esta iniciativa busca coordinar con farmacéuticas y laboratorios para que todos los países tengan un acceso equitativo a vacunas seguras, porque hay ciertamente una competencia muy fuerte en la que las naciones más ricas y poderosas tienen ventaja. Por ejemplo, Canadá ya aseguró nueve veces más vacunas de las que su población necesita.
En el caso de Covax Facility, se solicita un pago del 15% del costo de las dosis. El costo por dosis es de US$ 10.55 y si la vacuna requiere de dos dosis, el monto total es US$ 21 por persona (38 y 75 soles, respectivamente). Este mecanismo nos va a asegurar un 20% de las vacunas que sean efectivas.
¿Cuántos recursos ha destinado Perú?
A cierre de octubre, el gobierno ha desembolsado S/75 millones de soles a GAVI y S/119 millones a la OMS; es decir S/194 millones en total. Esto, sumado al compromiso con Pfizar, por el que deberá pagar S/ 515 millones más, garantizan dosis para 11 millones de personas, tal como afirmó el viceministro de Salud, Luis Suárez.
Además, el Ejecutivo ya autorizó las transferencias al Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos (Cenares), organismo desconcentrado del Minsa, para la compra de vacunas contra la COVID-19
Así, mediante sendas resoluciones y decretos de urgencia, el gobierno destinó un total de S/ 505 millones para la compra de vacunas. En octubre, el Cenares gastó S/424 millones de este presupuesto, es decir, 70% de lo transferido.
Sin embargo, encontramos que no se ha sustentado el pago de S/ 229 millones, más de la mitad (54%) de los recursos gastados en vacunas no han sido validados mediante resoluciones, el Seace o por las autoridades.

¿Qué viene ahora?
Las negociaciones continúan, pero es clave aquí tener una estrategia clara, porque cada vacuna tiene sus ventajas y desventajas. El objetivo final es que las vacunas que se compren puedan llegar a la gente.
Por ejemplo, la de AstraZeneca tiene la ventaja de que necesita una dosis y media por persona, o sea, se necesitan menos dosis; además, el precio es más bajo, tiene una efectividad del 90% y un plus que es fundamental para el caso de la distribución de la vacuna en Perú: su almacenamiento es de 2°C a 8°C, como una refrigeradora.
En cambio, la vacuna de Pfizer es la más costosa, tiene una efectividad del 95% y necesita una cadena de frío de -70°C o -90°C, que puede complicar su distribución en el país. Está luego la vacuna de Moderna, que necesita -20°C de refrigeración y cuyo precio está a nivel intermedio.
El Perú tiene una cadena de frío de entre 2°C y 8°C que funciona mejor en algunas regiones que en otras, aunque no se tiene certeza si todas las congeladoras funcionan bien. ¿Y cómo van a hacer en las zonas en las que no hay electridad? El reto logístico es enorme.
Uno de los riesgos más graves pasa por no lograr tener una cadena de frío adecuada. Cuando salen del rango de temperatura, las vacunas ya no funcionan, pero además no hay forma de darse cuenta de ello, no cambian de color o algo que indique que se dañaron. Es decir, uno puede creer que están bien, pero en realidad se está aplicando vacunas que no sirven.
El Minsa adelantó que para la campaña de vacunación se usará un sistema parecido al de las elecciones. Es decir, que con el DNI uno podrá saber de antemano a dónde ir y qué día, para evitar aglomeraciones. Para ello se deberá planificar la vacunación durante varios días.