No me florees, Principal

Control de precios: la cura supuesta que resulta letal

Publicado: 17/08/2021
2 minutos

El anuncio que hizo el presidente Pedro Castillo hace unos días sobre reducir los salarios a los funcionarios podría tener consecuencias negativas en torno a la competitividad y acentuar las deficiencias del mercado laboral. Además de ocasionar una fuga de talentos hacia el sector privado, anunció el IPE.

Según las políticas e ideales del presidente Pedro Castillo y su bancada, el Estado debería controlar al mercado y los precios para que la gente tenga un mejor acceso a los productos básicos. Por eso nos topamos con anuncios como estos, donde no solo se quiere controlar los sueldos, si no cualquier costo que esté por encima de lo económicamente accesible. Pero esta supuesta cura nunca ha funcionado.

Se aplicó ya en el primer gobierno de Alan García y generó escasez de alimentos básicos y hambruna. ¿Pero por qué sucede esto? La mayoría de los alimentos que consumimos son traídos del extranjero, pues su costo productivo es más barato y de mejor calidad. De acuerdo a esto, las transacciones se hacen en dólares, ya que sirve de referencia para intercambiar soles a otras monedas internacionales. Sumándonos a que el dólar ha subido a causa de la incertidumbre de un Estado que pone medidas donde obligan al pequeño y gran empresario a vender a cierto precio su producto. Por este motivo, la demanda del dólar ha subido y se ha triplicado desde la llegada de Castillo al poder, según RPP.

Si se aplican estas medidas en el país, las profesiones y los cargos importantes perderán competitividad y valor. También, los empresarios que financian al Estado tendrán poca ganancia en un contexto donde no se sabe qué producto se demanda más. Además, las pequeñas bodegas y  emprendimientos que recién empiezan perderán la ya escaza información que tenían del mercado y serán los más afectados.

¿Cuál sería la solución? Un mercado más libre y por ende más competitivo. Un mercado que no esté sujeto a regulaciones ni competencias desleales obligadas por el Estado, haciendo perder sus ganancias y el valor de sus productos. Por el contrario, que este sujeto al servicio del comprador para que este decida el costo de un producto. Esperemos llegar a eso y hagamos de todo, porque el Perú aún se encuentra en el puesto 61 del mundo en el ranking de libertad económica.

Estudiante de Arquitectura, voluntaria activa y amante de la política.
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