A la Argentina la conocemos por su carne, tango, vinos, buen fútbol y también -no porque sea bueno- por su permanente inflación. Personas que no pasan de los 20 años, tienen la desdicha de ver que el trabajo o esfuerzo de sus padres, o de ellos mismos, lo ha venido devorando la inflación, dado que siempre han enfrentado aumentos en los precios de dos dígitos; es decir, de 10% para arriba.
¿Desean dimensionar su inflación? Miren el gráfico N°1. En este se compara la inflación en el 2020 entre Argentina y el Perú. Empecemos por el final. En el 2020, la inflación total de Argentina fue de 36.1%, la de Perú 1.97%. Es decir, la inflación de Argentina fue 18 veces más que en Perú. Miremos solo el mes de enero. En Perú se incrementaron los precios en un 0.05%, en Argentina en 2.3%. Es decir, en 1 mes, los precios se incrementaron en Argentina más que toda la inflación anual en Perú.

Y lo anterior solo fue 2020. Veamos cómo fue el comportamiento de la inflación argentina, con el gráfico N°2, en los últimos 5 años. Como dijimos al inicio, una inflación constante por encima del 10%. Ello no es sano desde ningún punto de vista. Reduce el poder adquisitivo y aumenta el costo de vida (tu ingreso ya no alcanza para los gastos), altera las decisiones de inversión, genera desconfianza en la moneda y destruye la riqueza, porque se come los ahorros.

¿Y qué han hecho las autoridades argentinas para enfrentar la inflación? En lugar de plantear reformas estructurales que controlen la emisión de dinero (dejar de usar la maquinita), reduzca el gasto fiscal y ancle expectativas, los políticos argentinos se les ocurrió el control de precios. Una medida poco efectiva para combatir la inflación, dado que genera desabastecimiento (se estimulada la demanda, pero la oferta no puede reaccionar de forma tan rápida), escasez (el control de precios, impone tarifas por debajo de costos de empresas, por lo que dejan de producir).
Para tratar este tema, Piensa.pe se comunicó con el profesor de la Universidad Austral Roberto Vassolo, para que nos explique la experiencia de los últimos años de Argentina con los controles de precios. “Lo que pasó siempre que vos regulaste los precios, siempre, las góndolas [muebles donde se colocan los productos] se vaciaron. Entonces, vos tenés, los productos que estaban bajo precio regulado y vas a la góndola y faltaban. ¿Por qué? Porque no hay modo que las empresas produzcan a esos niveles. Producen una cantidad mínima para cumplir con la ley, pero no van a trabajar a pérdida”, señala.

¿Entonces, les es difícil acceder a productos de primera necesidad? ¿Qué tan fuerte es la actual escasez? “Hay desabastecimiento, pero no generalizado como el que sufrimos entre el 2007 y 2015, cuando gobernó Christina Fernández. Hoy existen los “precios cuidados” (acuerdos de precios entre Estado y empresarios) pero la góndola está vacía [al tener menor precio, la demanda es súper alta]. Está cuidado, pero no hay producto. La empresa debe ganar dinero. Si pierden plata con el precio cuidado, si tienen otro portafolio [de productos], más te suben [o crean nuevas líneas]”, apunta Vassolo.
Existe un portal oficial donde se detalla, por producto, los precios máximos que debe cobrarse en cada región. “Sí, pero es muy difícil de controlar. Existen más de 150,000 comercios. Además, por ejemplo, existe el shampoo Jhonson para niños, que está regulado. Tiene un precio máximo. Pero lo que hace la empresa es sacar un shampoo Jhonson para niños con vitamina D y ese producto no está regulado y se encuentra a su precio real”, explica el profesor.
«En el control de precios tienes dos caras: si las calidades no son jugables, entonces tenés desabastecimiento. Si no, tienes menor calidad. Te cuento lo que ha pasado la semana pasada. El gobierno lanzó cortes populares de carne, pero estuvo llena de grasa, se generó un gran malestar. Si a la carne le ponés precio cuidado, hay una variación enorme en los cortes. Tenés cortes con muchísima grasa», subraya Vasollo.

Aunque, como explica el profesor, la situación actual de Argentina no es dramática (el mismo gobierno no presiona para que esa política se cumpla al 100%), sí le agrega costos a la economía. Hoy Argentina tiene la menor tasa de inversión en su historia. Es decir, no solo hay desabastecimiento, productos de menor calidad sino menor tasas de inversión y salida de empresas del país y eso, sin reformas, le pasará la factura al país.
“Ustedes de Piensa.pe exageran todo. Trabajan para otros partidos. En los planes solo se enfocan en sectores en particular, pero ustedes dicen que será generalizado”. No, sucede que así operan los políticos. Dicen que solo aplicarán controles en pocos productos y después, bajo el argumento de productos esenciales, combate a la especulación, a la sobre ganancia por el lucro excesivo o lo que se les ocurra, se termina aplicando a una amplia cantidad de productos.
Pensemos bien si queremos replicar realidad de otros países latinoamericanos. Sería lamentable que el Perú retroceda más de 30 años y caiga de nuevo en políticas económicas que destruyeron riqueza, generaron pobreza y aumentaron la desigualdad.