A mitad de esta semana, los colectiveros informales bloquearon vías y desataron caos en la Panamericana Sur, y el viernes, como se había alertado, el Congreso los premió con con una ley que legaliza un servicio inseguro e ilegal.
Por 81 votos a favor, 7 en contra y 10 abstenciones, el pleno aprobó por insistencia la norma que permite transportar pasajeros por las carreteras del país a los vehículos de categoría M1 (sedán o station wagon), que son considerados altamente peligrosos por el Ministerio de Transportes.
Ahora esta unidades, que no cumplen con las normas técnicas de seguridad para prestar este tipo de servicios, podrán recoger o dejar pasajeros en carreteras, sin paraderos definidos ni cumplir protocolos de higiene ni desinfección, lo que además los convierte e focos de contagio de COVID-19.
Uno de los promotores de esta medida en el Congreso fue Carlos Simeón (Acción Popular), a la sazón presidente de la Comisión de Transportes. Aunque afirmó que no tiene ningún interés particular para favorecer a los taxis colectivos, el miércoles se le vio participar de una plantón que hicieron los colectiveros a pocos metros de la sede del Legislativo, en el Centro de Lima, «Basta de papeletas e intervenciones”, les dice.
Pero hay al menos otros dos congresistas que públicamente han expresado su apoyo a medidas que atentan contra la reforma de transporte. Uno es Guillermo Aliaga, de Somos Perú, quien hizo campaña con afiches pegados en decenas de minivanes que operan de manera ilegal en la avenida Javier Prado. El otro es el legislador Enrique Fernández Chacón, del Frente Amplio, también está a favor de legalizar este servicio.
La Policía había alertado también que los vehículos livianos de la categoría M1 son responsables de casi el doble de accidentes en carreteras frente a los vehículos más grandes de categorías M2 o M3, como los buses, que están obligados a circular con GPS, control de velocidad, cinturón de seguridad de dos puntos, entre otras medidas de seguridad.
Uno de los vehículos que más se usa en el país para el servicio de colectivo son las miniván, unidades que no están diseñadas para el transporte público de personas, explicó el coronal en retiro Franklin Barreto, que tuvo a su cargo la Unidad de Investigación de Accidentes de Tránsito de la Policía. «No tienen peso y se siente cuando un vehículo de mayor peso pasa por su costado”, apuntó
Así, el Congreso una vez más atenta contra los esfuerzos por contar con un transporte seguro y moderno, con una medida populista que disfraza la informalidad de formalidad. Que no te floreen.