Irresponsables hasta el final. En el último día de legislatura ampliada, el pleno del Congreso aprobó este miércoles el proyecto de ley que fija topes a las tasas de interés bancarias, pese a que el Ministerio de Economía y Banco Central habían advertido las graves consecuencias que generará esta ley.
La medida, que solo tenía dictamen aprobado de la Comisión de Defensa del Consumidor pero no de la Comisión de Economía, fue aprobada con 87 a favor, 8 en contra y 17 abstenciones y se le exoneró de la segunda votación.

La norma modifica el articulo 52 de la Ley Orgánica del Banco Central de Reserva (BCR) para que este organismo tenga la facultad de fijar tasas de interés máximos y mínimos, en forma semestral, con el propósito de regular el mercado. Esta competencia no podrá ser delegada a otra entidad.
La propuesta legislativa agrega que las tasas de interés que se cobren por encima de ese límite serán consideradas de usura y tipificadas como delito, según el artículo 214 del Código Penal. Añade que la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) será la encargada de vigilar y supervisar el cumplimiento de las tasas impuestas, así como sancionar y denunciar a las entidades financieras que excedan el límite, según sus atribuciones.
La norma además señala que los contratos, hojas resumen, comisiones, tarifas, cargos y gastos que cobren las empresas del sistema financiero así como las condiciones generales y especificas de las pólizas de las empresas del sistema de seguro, deben ser aprobadas por la SBS mediante resolución.
¿Y quiénes pagarán los platos rotos?
Aunque la medida, promovida por el cuestionado legislador José Luna Morales (Podemos Perú), hasta hace poco titular de la Comisión de Defensa del Consumidor, puede sonar bien a oídos de muchos, en Piensa.pe ya hemos alertado que se trata de una ley populista y peligrosa, que no afectará a los grandes bancos, sino a quienes más necesitan de facilidades y de acceso a créditos ahora, en tiempos de crisis, como los pequeños comerciantes y emprendedores, que se verán obligados a recurrir a prestamistas informales o ‘gota a gota’ (sí, esos que llegan a cobrar tasas de casi 800% y que si no pagas, te ‘mandan la moto’).
De hecho, ya el ministro de Economía, Waldo Mendoza, ya había advertido que está propuesta beneficia a los usureros, porque impulsaría la informalidad en el sector financiero, y sería un obstáculo para la inclusión financiera. “¿Qué harán las entidades financieras? Una cosa que se llama racionamiento crediticio: elegirán a quién prestarle”, explicó
“Entonces, ¿a quién le van a prestar? Evidentemente a los clientes con menos riesgo crediticio, personas con recursos, y a grandes empresas. El resto, que no pudo acceder, se verían obligadas a recurrir al sector informal, donde las tasas son usureras”
Waldo Mendoza, titular del MEF.
Las tasas de interés promedio anual en soles que se cobra en el sistema financiero formal para préstamos de consumo y las tarjetas de crédito se ubican ahora entre 38.9% y 46.8%, según datos de la SBS. Y si se consideran todos los costos y comisiones, la tasas de costo efectivo anual (TCEA) del financiamiento en soles para tarjetas puede llegar hasta 129%.
El presidente de la Asociación de Instituciones de Microfinanzas del Perú (Asomif), Jorge Delgado, dijo que al fijar tasas máximas, los riesgos al asumir un préstamo no van a poder ser atendidos por las instituciones financieras formales, mientras que Fernando Ruiz-Caro, titular de la Federación Peruana de Cajas Municipales de Ahorro y Crédito (FEPCMAC), alertó que los más perjudicados serán los clientes de la microempresa y los que tienen un crédito personal de montos pequeños, que suman cerca de 6 millones de personas.
Así, este Congreso populista y de espaldas al país cierra un año para el olvido, en el que aprobaron leyes sin sustento técnico ni legal -varias de ellas ya declaradas inconstitucionales por el TC– y que ponen en riesgo los avances logrados en los últimos años y la recuperación económica del país. Por ello, hoy más que nunca, urge elegir mejor en abril próximo a nuestros representantes, con un voto consciente e informado.