A septiembre 2020, el gasto total del gobierno aumentó en 2,935 millones de soles respecto al 2019, un alza de 2.7%. Mientras el Ejecutivo aumentó el gasto en 4,905 millones de soles y los gobiernos regionales en 769 millones de soles, las municipalidades cayeron en 2,739 millones soles.
Sin embargo, fruto de las medidas tomadas para combatir la pandemia, la inversión pública se ha visto fuertemente golpeada. A septiembre 2020, esta cayó en una tercera parte (-32%) respecto al mismo periodo del 2019, según un informe de la Asociación de Contribuyentes del Perú (ACP). Asimismo, el peso de la inversión sobre gasto total cayó de 18% a 12%.
Esto significó 6,400 millones de soles menos en inversión pública, de los cuales alrededor de la mitad (48%) se debe a una menor ejecución de las municipalidades, seguido del Ejecutivo (42%) y finalmente de los gobiernos regionales (10%).
Mientras tanto, el gasto corriente creció 10% respecto al 2019. Esto se debe al fuerte aumento en la entrega de bonos, gastos en salud y otros bienes y servicios producto de la lucha contra la Covid-19, generando un aumento de más de 9,300 millones de soles.
La mayoría de este aumento se generó a través del Ejecutivo (81%), seguido de los gobiernos regionales (16%) y finalmente las municipalidades (3%).

¿Por qué esto es importante? El gasto en inversión pública es una mejor opción que el gasto corriente, debido a que con este se financian proyectos de infraestructura o similares, y ayuda al cierre de brechas de servicios públicos para los ciudadanos.
Mientras tanto, el gasto corriente es más fácil que se pierda en corrupción o se direccione mal, tiene un efecto muy a corto plazo, y no mejora la capacidad productiva de la economía. Si bien es entendible que por el contexto de la crisis económica se haya requerido este aumento, ¡se debe retomar el impulso de la inversión para recuperar el empleo!
El correcto uso de nuestros impuestos es clave porque genera empleo, mejora servicios y por lo tanto impacta en nuestra calidad de vida.