La mejor herramienta para sacar a las personas de la pobreza es mediante la creación de puestos de trabajo. Con un empleo, no solamente erradicas pobreza, o la reduces al mínimo, sino que generas movilidad social. Obviamente, los empleos deben ser productivos para que sean bien remunerados. Así, con los recursos que se generan por los servicios laborales, el trabajador puede mantenerse constantemente actualizado, ser más productivo y lograr mayores remuneraciones.
Como te contamos acá hace unos días, el INEI publicó el dato de empleo de todo el año 2021, pero solo para Lima Metropolitana. ¿Qué mostraba? Era una manera de demostrar que el proceso de recuperación de la economía peruana es débil y no nos encontramos en el mejor de los mundos como nos lo quiere pintar el gobierno. Volvamos a ver la tabla N°1.
En el 2021, más de 2.35 millones de personas tuvieron un empleo adecuado. El problema de esa cifra es que es 25.7% menos que la cantidad de empleos adecuados del 2019. En términos absolutos, eso quiere decir, como muestra la celda en verde, que son 816 mil personas que no han logrado conseguir el empleo adecuado (productivo y con todos los beneficios sociales) que tenían en el 2019.
Y recordemos que este cuadro solo es para Lima Metropolitana. El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) debe estar trabajando en las cifras nacionales a ser publicadas en el mes de febrero. ¿Pero qué podemos suponer dada la situación en Lima Metropolitana? Que cuando tengan la cifra nacional, el total de empleos adecuados que no se han creado superará el millón. El déficit de empleos es gigantesco, por tal razón, ¿de qué logros se jacta el gobierno? Sus medidas no han funcionado, y las medidas que quieren implantar, como agenda 19, dificultarán más el crear empleo formal.
¿Y cómo están otros países en la región? Lamentablemente, la respuesta, es que están mejor que nosotros. Y mejor por mucho. Veamos la gráfica N°1. Con información del Banco Interamericano de Desarrollo, se muestra data de Chile, Colombia y Ecuador. ¿Qué nos dice la gráfica? Que, respecto a febrero 2020, Chile ha logrado crear la misma cantidad de empleo formal que existía antes de la pandemia y, además, ha creado 102 mil puestos adicionales. En el caso de Colombia y Ecuador, sus economías todavía tienen por crear entre 35 mil y 64 mil empleos adecuados.
Las cifras para este estudio son a octubre 2021. Sin embargo, aunque la misma publicación indica que Perú ha creado 95 mil empleos adecuados, nosotros consideramos la información del INEI dado que usa toda la información del 2021. Además, una característica del mercado laboral peruano es que la informalidad laboral supera, largamente, al de los países mencionados. En Perú, el nivel de informalidad, según el INEI, roza el 78%.
Los empleos adecuados vinculan a las personas con su sociedad y la economía. Sin empleo productivo o decente para una masa grande de ciudadanos, y donde la informalidad predomina, las diferencias se irán haciendo cada vez más grandes. Lo más importante, la movilidad social, que es la independencia del origen aplicada a un concepto intergeneracional sobre acceso a igualdad de oportunidades, disminuirá y dejará a ciudadanos imposibilitados de mejorar su bienestar.
Pero el gobierno, no sabemos cómo, ve éxitos. Si con estos datos reales, oficiales y del exterior, el gobierno no se da cuenta que no está realizando buen trabajo, el 2022 será un año donde la gente verá que su bienestar no lo pone en peligro el Covid-19, sino, como vimos en las entrevistas brindadas por el presidente a medios nacionales e internacionales, personas que no tienen idea de dónde están paradas, y en ese momento, volveremos a crear tal incertidumbre, que el empleo adecuado será lo último en despegar.