De cara a la segunda la segunda vuelta, la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, debería asumir una serie de compromisos que minimicen los riesgos que representa su candidatura, en vista de que parte con desventaja para esta segunda vuelta y que su rival en el balotaje, Pedro Castillo, ha descartado firmar una «hoja de ruta» o cambiar sus propuestas que son un peligro para la economía y la democracia.
Además, podría ayudar a minimizar el otro factor que juega en su contra en esta segunda vuelta: el antivoto, que llega al 55%, según la última encuesta de Ipsos. El antifujimorismo aún es una fuerza poderosa que ya impidió que Keiko Fujimori llegue a la presidencia en dos ocasiones (2011 y 2016).
Ese voto de castigo también se vio en la elección congresal del 2020, en la que el fujimorismo quedó muy maltrecho. La razón de ese rechazo fue la destructiva actuación de los 73 congresistas naranjas que desde 2016 hasta el 2019 sembraron el caos el país, que fue responsabilidad directa de la misma Keiko Fujimori, aunque no lo admita abiertamente. Ese es su mayor pasivo hoy, más incluso que el pasado antidemocrático y de corrupción que arrastra el gobierno de su padre, Alberto Fujimori.
Los compromisos
- Garantizar la alternancia en el poder, es decir, que no buscará reelegirse ni propiciará cambios en la Constitución en ese sentido.
- Respeto irrestricto la libertad de expresión.
- Garantizar y respetar la independencia y autonomía del Poder Judicial y la fiscalía.
- Asegurar que los miembros del Tribunal Constitución se elegirán en base a méritos, sin injerencia política y con amplio consenso en el Congreso.
- Descartar cualquier posibilidad de indultar a Vladimiro Montesinos.
¿Es suficiente?
Además de las garantías políticas para preservar el estado de derecho, el gran compromiso de Keiko Fujimori debe ser con el país, sobre todo con aquellos que no votaron por ella, esos millones de peruanos que expresaron su descontento en las urnas, por años de olvido y desatención y que vieron pasar a lo lejos las bondades del modelo.
La ‘hoja de ruta’ con los más necesitados
- Garantizar un Estado más inclusivo y menos burocrático, que provea de salud, educación, seguridad y justicia.
- Trabajar por un país en el que haya colegios con internet, comisarías que funcionen, postas médicas dotadas de equipos y personal, carreteras, etc.
- Velar por el buen uso de los recursos, de los impuestos, del canon y las regalías mineras, para empezar a cerrar las brechas sociales y de infraestructura en las regiones.