El balón de gas ahora cuesta hasta 65 soles. Para intentar bajar su precio, el Gobierno acaba de incorporar al Gas Licuado de Petróleo (GLP) al Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles (FEPC).
¿Cómo quiere evitar que suba más al precio? Con fondos del Estado. O sea, usando parte del dinero que todos damos (y que puede ser destinado para salud, educación o infraestructura) para apagar este incendio generado por, adivina quién: ¡el mismo Estado! A esto se le llama un subsidio.
¿Pero qué genera esto? Primero, que esto es caro. Entonces, afectará bastante las finanzas públicas. Segundo, que no soluciona el problema porque estos llamados fondos de estabilización son para evitar “volatilidades”, es decir, cosas que ocurren eventualmente y no temas de fondo como las variables “macro” que afectan al país (como el tipo de cambio y la inflación).
Ahora, si esto ya era malo, no son los únicos problemas… Pasa que este tipo de subsidio son de tipo “ciego”, porque se hacen forma generalizada para todos los ciudadanos, sin importar si son o no de bajos recursos. Es decir, no se focaliza en quienes realmente lo necesitan… es decir, otra vez Andrés, se está gastando la plata de todo sin destinarse de forma eficiente.
Parece que al Gobierno de turno no le importa abordar este tema con seriedad y en su verdadera causa (que son, en parte, ellos mismos con sus fantásticas ideas). Por tanto, es posible que la inestabilidad continúe y el tipo de cambio suba más. Esto haría crecer aún más el precio del gas. Y el Gobierno seguiría (esperemos que no), en un tonto círculo vicioso, metiendo más dinero de todos para algo que no tiene mayor utilidad.
Además, esto haría que terminemos en la necesidad de endeudarnos más (porque llegará un punto en que la plata que todos damos no alcance), lo cual vendría acompañado de una subida de impuestos. Al final, estaríamos en una situación en la que el Gobierno evita que te cobren mucho por algo, para después cobrártelo de otra forma. Y esto afectará a unos más que a otros, incentivando la evasión de impuestos.
Otros países de la región, como Bolivia o Argentina, saben lo que es subsidiar sin un análisis económico previo serio. El resultado siempre ha sido mayor endeudamiento, incremento de los impuestos y otros problemas como la inflación.
La mejor que se puede hacer es que el Gobierno genere un clima de confianza a las inversiones y deje de ejecutar medidas populistas que afectan tu vida, mi vida y la de todos.