Teniendo en cuenta que nuestro país enfrentó la mayor crisis política y económica de las últimas dos décadas, con cuatro presidentes y dos congresos en cinco años, es valioso analizar cómo estos hechos impactaron en la ejecución del presupuesto público en estos cinco años que se van.
En los últimos cinco años, el nivel de ejecución del presupuesto está en un rango de entre 72% y 86%, mientras que el nivel de ejecución promedio es de 83%, según un análisis de la Asociación de Contribuyentes del Perú (ACP). Esto, usando las cifras del Presupuesto Institucional Modificado (PIM), es decir con arreglos, ajustes y cambios que el mismo gobierno de turno realiza muchas veces al año para tapar su ineficiencia. De todas formas, en promedio, cada sector devuelve casi el 20% de su presupuesto al Tesoro Público.
Además, del total del presupuesto del Estado, el 63% se destina a gasto corriente (planillas, servicios, consultorías y gastos administrativos), 26% a inversión pública (proyectos, obras y equipamiento) y 11% al pago de la deuda pública.
Cada sector puede recibir más recursos para la contratación de personal y compra de bienes o servicios (gasto corriente) o para ampliar la capacidad del Estado para brindar servicios públicos mediante la compra de equipamiento o ejecución de proyectos de infraestructura o desarrollo (inversión pública).
Ranking de nivel de ejecución sectorial (promedio del último gobierno 2016-2020)

Ningún sector supera el nivel de ejecución del presupuesto nacional, pues la ejecución promedio de inversión pública es de apenas 65%, mientras que el de gasto corriente es 93%. ¿Qué significa esto? Que por cada sol que no se usa del presupuesto en gasto corriente se pierden 3.5 soles del presupuesto de inversión pública.
Aunque el promedio de devolución de los recursos de inversión pública es de 35%, hay sectores que exceden este nivel. Entre estos tenemos a salud, agropecuario, vivienda, orden público y saneamiento, que retornan casi la mitad de su presupuesto de inversión. “Paradójicamente, estos son los sectores más críticos, más necesitados, más vulnerables y con mayor presupuesto para cumplir con sus obligaciones”, dice Lucero Martínez, economista de la Asociación de Contribuyentes.
Por ejemplo, el presupuesto de inversión pública en Salud aprobado para este 2021 es de S/ 3 mil millones. Esta partida ha crecido a una tasa de 15% anual y a raíz de la pandemia subió en 37%. Sin embargo, este sector devuelve, en promedio, 36% de lo que tiene para invertir. “Esto principalmente por una lenta renovación de la cartera de inversiones en nuevos centros de atención y hospitales, poca continuidad de proyectos que buscan mejorar la atención y calidad del servicio sanitario, entre otros”, apunta Lucero Martínez.
Sectores con mayor gasto corriente
Salud, educación y justicia son los sectores en el top 10 de mayor presupuesto destinado al pago de personal, pero presentan el mayor número de quejas y huelgas de sindicatos que incluso han realizado paros nacionales simultáneos.
Al 2018, el nivel de sindicalización en el sector público fue de 16%, tres veces el nivel de sindicalización del sector privado formal (5%). La mayor proporción de afiliados sindicales son funcionarios ligados a carreras especiales (salud y educación).
Así, en el 2018, existían 433 sindicatos vigentes, de los cuales 35% pertenecen a salud (150), 12% a educación (53) y 5% a justicia (20%).
En noviembre del 2019, la Federación Médica Peruana, el Sutep y el Poder Judicial realizaron paros simultáneos. Las exigencias en común que compartían son la estabilidad laboral y la mejora de la escala salarial, debido a que estos sectores tienen como tarea pendiente el dimensionamiento de instituciones públicas para definir nombramientos, puestos y funciones.
¿Han mejorado los servicios públicos?
Según el Índice de Estados Frágiles, el Perú no registra mejoras relevantes en la provisión de servicios públicos básicos (salud, educación, agua y saneamiento, infraestructura de transporte, electricidad y energía, internet y conectividad, protección y seguridad ciudadana) en los últimos 10 años.

En 2020, nuestro país obtuvo un puntaje de 6.4, similar al 2010, cuando obtuvo 6.5. En contraste, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Panamá y Chile registraron avances significativos en este periodo. Perú está por debajo del promedio de sus pares de América Latina y muy lejos del promedio de países OCDE