No me florees, Principal

Castillo, populismo puro y duro que divide y confronta

Publicado: 04/10/2021
4 minutos

El presidente lanzó la llamada “segunda reforma agraria”, pero lo hizo con falacias y amenazas al Congreso lanzadas por su premier Guido Bellido. ¿No dijo que ya había ”corregido los “exabruptos” de su jefe de gabinete? Además, el mandatario insistió en su promesa de una nueva Constitución. ¿Su ministro Francke no dijo en su periplo por EEUU que este tema no estaba en agenda del gobierno? Difícil creer en alguien que miente y se contradice con tanta facilidad.

El presidente Pedro Castillo casi no habla y cuando lo hace, nos pretende engañar, dividir y confrontar con su discurso. Ahora lo volvió a hacer al anunciar la “segunda reforma agraria” que lanzó su gobierno en Cusco el último domingo.

La fecha tampoco es gratuita. El 3 de octubre de 1962 se inició la dictadura militar de Juan Velasco, que incluyó también una llamada “reforma agraria”, que consistió básicamente en expropiar tierras y, más allá de las buenas intenciones que puedan haber existido para acabar con los abusos hacia los campesinos, sus efectos reales fueron devastadores para el país, porque empobreció a millones de peruanos. Hasta hoy, el agro peruano padece las consecuencias de esas medidas, como te lo explicamos aquí.

“Los patrones y hacendados ya no comerán de la pobreza de nuestros hermanos campesinos”.

Pedro Castillo, presidente de la República.

Primera falacia presidencial. Ya no hay hacendados ni terratenientes en el Perú. Estos desaparecieron en los 70, tras las expropiaciones de tierras que ejecutó la dictadura de Velasco.

  • Hoy, la agricultura familiar representa el 97% de las unidades agropecuarias y estas proveen más del 70% de los alimentos que se consumen en Perú.  Pero su producción total es equivalente a menos del 5% del PBI.

Castillo dijo también en su discurso que recuerda que él y su padre iban a dejar parte de su cosecha al terrateniente de esa época. Con ese pedazo de tierra, sudábamos nosotros, arrastrábamos la lampa”, afirmó con un tono inflamado.

Pero acá también miente el presidente. La mal llamada reforma agraria de Velasco se inició el 24 de junio de 1969. Castillo, que tiene 51 años, nació recién cuatro meses después, el 19 de octubre de ese año. Y para 1972 casi ya no había haciendas ni terratenientes. ¿Cómo puede el mandatario tener recuerdos de esos hechos?

Cambios SÍ, pero así NO

Nadie duda que la agricultura en Perú es una actividad fundamental que necesita un mayor apoyo y modernización, pero no se puede hacer con mentiras y falacias para dividir a los peruanos con fines políticos.

Si hay algo que no debemos repetir hoy es precisamente esa reforma agraria de Velasco, porque los datos, los hechos y la evidencia son claros: sin empresas ni inversión privadas, el agro está condenado al atraso, como pasó en los 70, cuando las llamadas cooperativas que se crearon con la reforma no fueron eficientes ni productivas. Por ello, la mayoría se desintegró, lo que generó un proceso de parcelación individual de tierras (minifundismo). Esto terminó por descapitalizar el campo.

Los anuncios de esta “segunda reforma agraria”, que no implicaría expropiaciones -según el gobierno-, son en su mayoría una lista de buenas intenciones con las que alguien difícilmente pueda estar en desacuerdo. Son tres ejes principales en los que se enfocarán las medidas: i) agricultura familiar, ii) industrialización de los productos agrarios, impulso del cooperativismo y iii) la apertura de nuevos mercados.

El problema es cómo hacerlo si estamos ante un gobierno sin capacidad técnica, que no cree en la inversión privada ni en los mercados, que está anclado en un discurso radical, populista, dogmático y desfasado que no es capaz de generar la confianza y los consensos políticos necesarios para concretar los cambios que el país necesita.

Precisamente, el premier Guido Bellido volvió a amenazar al Congreso si no se aprueban las medidas anunciadas por el gobierno en torno al agro, tal como lo hizo la semana pasada para defender al ministro Iber Maraví, que está cerca de ser censurado por su pasado terrorista. Precisamente, Maraví estuvo en Cusco junto a Bellido y Castillo y otros miembros del gabinete.

«Puka» Bellido sigue lanzando amenazas a diestra y siniestra. (PCM)

“Quieran o no, para que haya una segunda reforma agraria nuestro presidente pedirá una ley al Congreso con presupuesto. Si no hay reforma agraria, si el Congreso no la aprueba, devolveremos a cada uno de los congresistas a sus pueblos”, dijo Bellido en quechua.

Otra amenaza velada innecesaria, esta vez lanzada a vista y paciencia del mismo presidente Castillo, que hace poco decía que ya había “corregido” los “exabruptos” de su jefe de gabinete. ¿Cómo creerle si Bellido lo vuelve a hacer frente a él? ¿Cómo creerle al presidente que no pretende cerrar el Congreso?

Además, en su discurso de este domingo insistió en su promesa de una nueva Constitución. “Yo me ratificó que, así como el 28 de julio juramos por esa nueva Constitución, ¿a quién le corresponde hacerla entonces (la nueva)?”, dijo.

¿Cómo creerle entonces a su ministro de Economía, Pedro Francke, cuando hace unas semanas aseguraba a inversionistas extranjeros que no está en la agenda del gobierno una asamblea constituyente?

La mentira y el engaño a ese “pueblo” que dicen representar se han convertido en la principal bandera del gobierno de Perú Libre.

Comunicador social y periodista, con especialización en nuevos medios, gestión de contenidos y desarrollo tecnológico. Me gusta el café, la cerveza y la libertad de poder elegir y emprender.