La mentira tiene patas cortas. Es enana. Todo se llega a saber. En personas con poder, donde constantemente se les escucha y verifica lo que dicen, podemos hasta encontrar indicios de que varios pueden ser catalogados como mentirosos compulsivos. No solo de este gobierno. Otros también lo han sido. Lo que caracteriza a este gobierno, es la velocidad a la que mienten.
Empecemos a analizar algunas mentiras que se dieron en la campaña pero que caló profundamente en las personas. Y esas personas, de buena fe, lo creyeron. ¿Quién dijo esa mentira? El actual presidente Castillo. En este video dice lo siguiente sobre Camisea:
“Nos ratificamos para que en el marco de una nueva constitución rescatemos los recursos estratégicos del Perú, que el gas de Camisea sea para los peruanos, hay que nacionalizar el oro, plata, el uranio, el cobre, el litio…tiene que ser para todos los peruanos”
Esa afirmación es falsa hasta en los puntos y comas. El gas de Camisea es de todos los peruanos. En ningún momento, desde que el proyecto empezó en el 2004, dejó de serlo. Todo recurso natural estratégico le pertenece al país. Nuestra Constitución, en su artículo 66, dice claramente que los recursos naturales, renovables y no renovables, son patrimonio de la Nación. Y el Estado es soberano sobre ellos.
El proyecto Camisea explota dos importantes lotes. El lote 88, por obligación de contrato, tiene que satisfacer la demanda interna o nacional sí o sí. Un solo átomo de ese yacimiento no puede exportarse. El otro lote es el 56, donde sus reservas sí pueden ser exportadas. Miremos la tabla N°1.
Nadie habla sobre el pobre lote 57, y es que es el que menos reservas tiene, pero también es parte de Camisea. Mira las cifras, el lote 88 tiene casi 4 veces lo que el lote 56. 8,597 BPC (en jerga gasífera significa billones de pies cúbicos). No lo dimensionas en tabla… usemos mejor las gráficas N°1 y N°2:
Aquí hemos contado que la demanda que existe en el Perú es en miles de barriles diarios. Entonces, por ejemplo, si tenemos un consumo diario de Gas Natural (GN) de 85 mil barriles diarios y reservas de 8,598 billones de pies cúbicos… ¿tú crees que se vaya a acabar? Perdón, me corrijo. Se va acabar, pero en muchos años (20 tal vez).
Lo mismo sucede para los Líquidos de Gas Natural (LGN). Las reservas nos van a durar muchos años. Tal vez acá, menos años que el GN, pero de que dura, dura. Varios especialistas, en varios medios, han dicho que las reservas actuales pueden abastecer a más de 20 millones de hogares en el Perú. El detalle es que los hogares en el país ascienden a 8.2 millones. ¿Te das cuenta? Sobra gas.
Y lo más importantes es que estas reservas no son estáticas. Aumentan. ¿Cómo? Gracias a la inversión privada. ¿Qué sucede? Los yacimientos, sean de petróleo o gasíferos, maximizan su valor conforme hacen inversiones en exploraciones para que los lotes aumenten sus reservas. Así, maximizan producción y alargan el tiempo de vida de los lotes. ¿La captas o no la captas?
Bueno, si empezamos con el presidente, vamos con plancha presidencial entera; ahora le toca a la vicepresidenta Dina Boluarte. ¿Qué dijo? Espero que estés sentado para leerlo:
“Queremos que las empresas que están sacando nuestro gas para afuera, que nos dejen un porcentaje acá en el Perú para que se pueda masificar el gas y reducir el costo”
De verdad, no creo que existan personas tan caraduras para mentirle de una manera tan descarada a los ciudadanos. Yo creo que acá sí es ignorancia. Afirman cosas sin saber, teniendo la posibilidad de que el ministro de Energía y Minas les explique o que les pase un anuario estadístico de su propio ministerio. Veamos.
El gráfico N°3 muestra los precios que se pagan de acuerdo al mercado. Localmente, pagamos US$2 el millón de BTU (Unidad Térmica Británica). Es un precio regulado. Ahí el Estado, a través de Perúpetro (ojo, no Petroperú) regula el precio. Hace muy bien su chamba. Sin embargo, los precios que Camisea le vende a la empresa que exporta el gas (se llama Perú LNG), va entre los US$7 a US$10… un promedio simple, corriente, ordinario: US$8.5. ¿Qué quiere decir? Que el gas se vende en un 325% más en el exterior que acá.
“Ajá, así es como abaratan nuestro gas y nos pagan poco… ¿oe qué?” Ahhh… ya ves, te estás dando cuenta tú solo. La familia que vive en Europa o en Asia (mercados a donde se exporta nuestro gas) pagan 325% por nuestro gas. Gracias a eso, el Estado peruano recibe un cerrón de dinero porque le cobra regalías a la empresa. Sabemos que el 2020 fue un año atípico por el bicho chino, pero veamos, cuántas regalías hubo en ese año atípico y en el 2019. Chequea la tabla N°2.
Más de US$100 milloncitos. Y eso fue un 32% menos respecto al 2019. Siempre el Estado se la lleva bien fácil en todo. Nosotros trabajamos y el Estado viene y nos quita el 30% de lo que producimos. Pero acá es más fácil. Entonces, con la frase de la vice, ¿el Estado está dispuesto a perder los 100 palazos verdes que le deja el cobro de regalías por exportar? Si se decide que todo se destine al mercado nacional, también pagarán regalías, pero menores a lo que se recauda hoy.
Si ampliamos el período de análisis hasta el 2004, encontraremos que las regalías generadas por Camisea superan los US$4,000 millones. ¿Qué ha hecho el Estado con esos montos alucinantes de dinero? Una gran parte ha ido hacia Cusco. Veremos, por nuestra campaña de Ruway, cómo se han usado esa riqueza.
“No, Piensa.pe. Lo que pasa es que el gobierno desea que seamos un Estado soberano y que las empresas paguen más regalías”. ¿Qué hablas? No des cólera. Según la misma Pluspetrol, el monto de regalías más impuestos que el Estado recibe por el lote 88 es del 61% de los beneficios. En el caso del lote 56, el Estado recibe el 46%.
Si el gobierno fuera inteligente analizaría, de forma legal y técnica, si la estructura de costos de transporte, la licuefacción y el transporte marítimo que sostiene la empresa es la correcta y la metodología es aceptada de forma internacional; si no es así, ahí se tendría argumentos sólidos para sentarlos a la mesa a negociar. Pero no, les es más fácil mentir descaradamente que pensar racionalmente.
Por último, es altamente probable que la laptop o tu celular desde donde nos lees, y otros aparatos eléctricos de tu jato, se puedan cargar gracias a la energía eléctrica que se produce por el gas natural que extrae el proyecto de Camisea. Mira la gráfica N°4. La producción de energía eléctrica en el 2020 fue creada, en un 37.2%, gracias a centrales térmicas que usan el gas natural de Camisea. ¡Ahí ta! La data y/o evidencia se encarga solita de mostrar las mentiras.
Renegociar el contrato es perfectamente viable y legítimo, pero hay que hacerlo bien, por las razones adecuadas y con objetivos claros. No con mentiras y falacias. No nos dejemos engañar con medidas populistas y simplistas que lo único de argumento que tienen es “para el pueblo, por el pueblo y del pueblo”. Usemos la azotea.