El Tribunal Constitucional (TC) declaró inconstitucional otra ley populista del Congreso: la que permite los ascensos automáticos en el sector salud, que el pleno aprobó por insistencia en agosto de este año.
La decisión del TC fue unánime; es decir, todos sus miembros –Marianella Ledesma (presidenta), Augusto Ferrero Costa (vicepresidente y ponente), Manuel Miranda, Carlos Ramos Núñez, Eloy Espinosa-Saldaña, José Luis Sardón y Ernesto Blume– coincidieron en que era una ley que esa ley era ilegal, entre otras cosas, porque el Congreso no tiene iniciativa de gasto sobre el erario público.
La demanda de inconstitucionalidad se presentó en septiembre, durante la gestión del expresidente Martín Vizcarra. La norma se había aprobado con el supuesto fin de institucionalizar la estabilidad laboral, permitió además el cambio de línea de carrera y el nombramiento automático (sin concurso ni mértios) de “profesionales, técnicos y auxiliares asistenciales de la salud contratados mediante Contratos MINSA, Contratación Administrativa de Servicios (CAS) y Servicios No Personales o Locación de Servicios”.
El Ejecutivo había alegado que la medida elevaba el gasto en personal de salud en más de S/ 2,400 millones.
Como señalamos en Piensa.pe, nadie se puede oponer a que el personal de la salud pública tenga mejores condiciones laborales, y es urgente que las autoridades empiecen a saldar esa deuda pendiente, pero se debe hacer bajo un sistema que premie a los mejores, que retenga y motive al personal mejor calificado, y que sancione a los malos elementos. Solo así se puede garantizar una atención adecuada y oportuna de la población.
Y ojo, ahora en época electoral, seguro algún candidato o varios saldrán a prometer ascensos y nombramientos a granel y para todos en busca de votos, pero esa no es la solución para tener un Estado eficiente y al servicio del ciudadano.