Hasta hoy no hay soluciones… Abancay, valle de la eterna primavera ¿no tiene espacios públicos estables donde sus mujeres puedan vender sus productos? Es lamentable la situación por las que atraviesan las productoras: si bien la Municipalidad de Abancay solo pudo reubicar temporalmente a esta población ante la presencia del virus en lugares como canchas, estadios y lozas, aún queda un número importante por localizar. Estas venden en el suelo, exponiendo sus productos a la contaminación. Cualquier ordenanza que saque la municipalidad para ayudarlas es siempre de carácter transitorio.
Además, sumemos que las productoras tampoco reciben un trato respetuoso. Los consumidores suelen pedirles rebaja, no sin antes analizar todo el esfuerzo que hicieron para que la mercadería llegase hacia ellos o que vienen acompañadas de sus wawas.
¿Cuáles creen que son las causas de estos problemas? Ya se levantó la voz diciendo que no hay terreno para una reubicación sólida, se dijo que la falta de recursos económicos impide la ejecución de planes. Pero, serán estas las respuestas…o ¿será la falta de voluntad política?
Una chiquita, no solo hablamos de los problemas con el producto ya expuesto, sino que, en el proceso se necesita capacitaciones, charlas a todos los agricultores para conseguir un producto natural y saludable. Y adivina qué, ¡SENASA! La Secretaría Nacional de Sanidad Agraria, que debería ser la institución encargada de esto, solo está de nombre.
La población está harta de ver tanto desorden y exhorta a que la municipalidad se ponga las pilas y promocione proyectos, seguridad, garantice la producción de calidad, mejore las condiciones y sensibilice a su gente. Sabemos que sin el productor no hay alimentos. Recordemos que la agricultura fue un bastón durante este tiempo de crisis.
Valoremos nuestros productos locales. Dándonos una mano en tiempos como este hará menos difícil el esfuerzo de seguir trabajando.