El gobierno anunció esta semana que para las regiones con nivel extremo de contagios de COVID-19, que entran en cuarentena obligatoria desde este 31 de enero, se estaría postergando el pago de impuestos el tiempo que sea necesario.
Las regiones con nivel extremo de alerta son Áncash, Apurímac, Callao, Huancavelica, Huánuco, Ica, Junín, Lima Metropolitana, Lima Región y Pasco, y la medida alcanzaría a personas, familias y empresas que operen en estas regiones.
De acuerdo a lo anunciado, la prórroga durará el tiempo completo de esta segunda cuarentena, que en principio es de 15 días. “Esta medida debe regir con una resolución que emite la Sunat a principios de la semana que viene y debe durar un mes o el tiempo que se requiera, dependiendo cómo evoluciona el problema que estamos enfrentando”, declaró el ministro de Economía, Waldo Mendoza, con lo que, de paso, dejó entrever que la cuarentena se podría extender.
Los impuestos que se postergarán el Impuesto General a las Ventas (IGV), el Impuesto a la Renta (IR) y el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC).

Fuente MEF
El objetivo de esta medida consiste en darle más liquidez (efectivo) a los negocios, de manera que puedan tener más posibilidades de aguantar la cuarentena. En febrero del 2020 se devengó a favor del Estado 7,315 millones de soles, equivalentes al 17% del PBI de ese mes. Con estos tres impuestos se posterga el 83% de la recaudación de Sunat y alcanzaría a una inyección temporal de 16% del PBI.
Esta medida beneficiará más a los negocios que tienen que comprar a proveedores con menor plazo de crédito y que venden al contado. Es decir, los negocios que viven del día a día y tienen más problemas de liquidez son los que agradecerán más esta medida. «Hay sectores que mueven su capital de trabajo más veces al mes que otros. Por ejemplo, los restaurantes se beneficiarían mucho más que ferreterías«, dijo Eduardo Morón, presidente de la Apeseg.
Sin embargo, medidas como esta difícilmente puedan beneficiar de manera significativa a los informales que no podrán trabajar y no se beneficiarían de esta «inyección» de liquidez. Esperamos que puedan dar medidas más pensadas en esa mayoría informal del país de la que dependen millones de familias peruanas.